Qué de puta madre estuvo esta "reunión de cuatro amigos" calibreros en Madrid

El día que hagamos una KDD de verdad, va a hacer historia
Me quito el sombrero y doblo los riñones ante la capacidad de organización de los anfitriones, Amaya Odeen. Les tomamos (literalmente) su piso entre los sátrapas que pernoctamos allí todo el fin de semana.
Que hasta los calis durmieron a cubierto y a salvo! Y conseguir eso en Madrid vale mucho más.
La A6 está plagada de C5 grises. ¿Los regalan o qué?

Todo intento de pique fué fulminado sin misericorida por la nena. Recuerdo con cariño la trepada al túnel del Guadarrama, donde se me quedaba corto el 20NE. Not any more.
Mis disculpas por el retraso del viernes. Me jode hacerme esperar y estaba ya todo el mundo en el portal. Pero hubo que parar por el camino para avituallar y echar una siesta. Las horas de sueño no abundaron para mí estas vacaciones.
Creo que Amaya ya colgó por ahí unas fotos del Team Cruzcampo, hechas la noche del viernes. Fue una cena con cafeína, digo,
only for the record
A la vuelta, demostración de las aptitudes todo-terreno de los calis (incluso los FWD) por Basora... digo por la M30
Adu es un Big Boy con todas las de la ley. Pernoctar con él en el mismo colchón hinchable (y deshinchable!)

fue el precio a pagar por lo reducido del espacio y lo extremadamente asequible de la posada. Pero sobrevivimos, que conste... Un abrazo, Adu!
La cosa se complicó la segunda noche, que se sumó Tropic a la ecuación. Los spaghettis del admin y Oki hicieron competencia feroz a un trío de Big Boys en eso de los ronquidos. No sé si las nenas se enterarían desde sus aposentos. Pero si no se despertaron con el compresor del colchón, ¿a quién le importan los ronquidos?
En el Kinepolis la cosa estuvo completita. No faltó de nada. Exhibición de calis al aire libre, trapicheos y mangoneos varios en el parking interior, hasta que alguien dijo las palabras mágicas: ¿CERVECITA O QUÉEEEE?????? Madre de dios, qué tapas pueden llegar a poner en los madriles. Perderé la salud en las tascas de la capi, palabra!
Un fondo bien administrado por nuestros anfitriones dio para las cañitas con sus aperitivos, la comida, y... uf!
La sobremesa se tornó en un bajocali engrasado. Oki quiso practicar la fontanería en las entrañas de su cali, y acabó con las manos más sucias que un político de carrera. Pero su C20XE está en orden, sí señor!
Lo malo de tanta gente y una neurona sin ABS es que si uno se pone a enumerar siempre se deja a alguien, y no es plan de categorizar. Además, no recuerdo los nicks ni los nombres de muchos de los que acudisteis. Lo dejaremos aquí.
El escuadrón calibrero se aflojó el corsé en la M-40. Fue espectacular ver estos
fighters rivalizando por todos los carriles y esquivando a todo tipo de gañanes, persiguiendo la huella de calor de la máquina de Turbopacket. Si no nos llegas a coger desprevenido, granujilla...

A 180 hubo que meter quinta para no quedarse atrás. Hasta los C20XE se defendieron con gran dignidad. Pena de vídeo inexistente, hombre...
Lo mejor fue disfrutar en esta época del año de una cena ligera en las terracitas de sabe dios qué distrito madrileño. Lo malo los coches en doble fila blokeando y la peña pitando junto a las mesas. Estamos demasiado hacinados en esa ciudad, y hay cosas que no son aceptables. Pero qué cojones.
Yendo a ¿Las Rozas? decidimos in extremis desviarnos. Aquello era demasiado, y mi cali no sabe lo que es un atasco. Mejor el Option al que fuimos. Lástima que las placas de la nena llamen la atención de algunos degenerados pseudofascistas que hicieron comentarios poco afortunados en el parking. Ya me fui intranquilo, aunque al final no pasó nada y el coche quedó intacto.
El domingo, con dolor de cabeza por falta de sueño y resaca de no se sabe qué, tuvimos la oportunidad de probar el rugido de Rocío. El obsoleto 8V del
meister vale más que su peso en oro.Y la RAM succiona lascivamente. Pena de Unidad Móvil de los Cuerpos de Seguridad que estaba al acecho, la cosa podía haber sido un punto más... er... emocionante
Y para finalizar (o eso creía yo) comida en el parque de Aluche. Canícula madrileña de principios de otoño. Las despedidas no me gustan, así que voy a pasarlo por alto. Me fuí, no sin antes prometer que volvería.
Y de hecho volví porque tenía hambre. El lunes era un mal día para volar, los aviones iban hasta la bandera. Vivimos peligrosamente, así que en lugar de esperar vez, mejor nos tomamos unas cañitas en ese hervidero que es Madrid.
Odeen es un muchacho que se apunta a un bombardeo. Así que se dejó sacar del curro para llevarme a comer -posiblemente- los mejores bocatas de calamares de la capital. Mantener la línea de BigBoy tiene un precio, hay muchos € metidos bajo el ombligo. Empujamos los calamares con una orejita que ahora recuerdo con nostalgia, bien regado todo ello con auténticas "cañitas" (que manda 00, si las pusieran de medio litro, como en los países civilizados, no habría que pedir catorce veces que te llenaran el vasito...)
En el mismo escenario donde Santiago Segura observaba el Oráculo del Mal en El día de la Bestia, nos despedimos finalmente (por esta vez). Odeen no pierde una para enseñarte detalles de Madrid y su historia, algo que se agradece sinceramente. Pero ya había que ir o voy a perder el airobúuuus
La diversión no se acabó en ese momento, ya que pasar del calibra al metro y de ahí a un avión casi haciendo autoestop es un deporte muy creativo donde se pueden perder fácilmente los nervios y la calma. Pero esa es ya otra historia.
Y lo siento, pero no, no tengo fotos de ésta. ¿Para qué? Ya estaba mi niña favorita sacando fotos a todo bicho calibrero.

Un besazo, Amaya, os lo habéis currado.
Próxima parada: Estación Sur... y no se trata de Méndez Álvaro.